lunes, agosto 18, 2008


Es un día de luna afuera,

Suaves olas se frotan

Ardientes con las estrellas.

Hay tanta paz sumergida

En el tan profundo universo,

Que puedo oler el perfume moribundo

De una decapitada rosa.

Se encaminan las horas a un día

Y ya!

Ya está!

Un comienzo de trapecistas para los dos pies

Zurdos.

Una proeza es sobrevivir

Rodeado de asesinas imágenes,

Esculpidas en el stand del recuerdo

Son manoseadas por los hombres,

Que viles y sucios

Sonríen con la boca llena

De malos presagios.

Madre. Ayúdame a vivir,

El tiempo se me escurre entre las piernas,

no alcanzo a crecer como los otros

me voy quedando atrás

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