Es un día de luna afuera,
Suaves olas se frotan
Ardientes con las estrellas.
Hay tanta paz sumergida
En el tan profundo universo,
Que puedo oler el perfume moribundo
De una decapitada rosa.
Se encaminan las horas a un día
Y ya!
Ya está!
Un comienzo de trapecistas para los dos pies
Zurdos.
Una proeza es sobrevivir
Rodeado de asesinas imágenes,
Esculpidas en el stand del recuerdo
Son manoseadas por los hombres,
Que viles y sucios
Sonríen con la boca llena
De malos presagios.
Madre. Ayúdame a vivir,
El tiempo se me escurre entre las piernas,
no alcanzo a crecer como los otros
me voy quedando atrás
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