El piano desmenuza complaciente la habitación,
Pareciera que se alza con maldad
Frente a la mirada húmeda
De las vigilantes paredes.
Así en cada “do” la sombra
De los cristales dormita sobre
El tablón manchado
Que sin atención alguna,
Cruje en su desesperación,
Es agosto,
Agosto!
Y la tormenta es solo
El gris segundo que decapita
Granizos y olas.
Estoy enseñando a mi vida
El placer mentiroso
De la soledad,
No hay palabra que
Enjuague la lágrima fría
Del David silencioso
Y silenciosa la muerte
Del rocío pecaminoso,
Sobre el seno ungido
De la resistente rosa.
1 comentario:
hola... gracias por dejar comentarios en el blog
... siempre es bueno conseguir opiniones de gente que te encuentra navegando por ahí y se detiene a hacerte sentir mejor...
Saludos
checha.
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