jueves, diciembre 07, 2006

UN POEMA EN NAVIDAD


Su voz es el pequeño regalo que cruza la vereda,
Se interpone como haz musical
Entre las piernas,
Por los intersticios fútiles
De aquellos que caminan,
Está inclinada,
Sus diminutas manos, acomodan
Lo que queda de sus zapatillas,
Se deja entrever,
Sobre el manto sucio
El color que fue
En todo,
Su ropa
Su piel
Sus ojos
Sus zapatillas
Es pecado por la calle
El síndrome hostil,
De su suciedad.
Emerge su vaso como estrella colorida,
Tiembla e incita,
La moneda menospreciada,
Que al caer,
Calla al silencio
Y aún así,
Ella sonríe, con sus
Tres dientes, con sus brazos heridos,
Con el abandono en su espalda.
Es la ingenuidad de una margarita
La fuerza de una rosa,
Y tiembla el suelo, cuando
Pide a la ternura,
La caricia lunar que fecunda el dolor,
Distingo en su melodía “por favor”
Ahora entiendo, que es ella tan digna,
Es ella luz de universo que gira las estrellas,
Su huella es pesebre pobre que despunta el inicio,
Por ella mis ojos lloran y
Es por ella
Que DIOS sobrevive…….