martes, abril 25, 2006

estigia2


Que calurosos inviernos, atraviesan mi espalda, otoños con sabor a sol, tormentas con aroma a piel, manantiales de estrellas se resguardan entre mis labios, lunas que huyen de mi amor profano (Es la luna que se refleja dócil sobre las nalgas desnudas)

Deseo soles que sostengan la vergüenza del amor, caricias que nunca acaben, se extiendan como girasoles rojos sobre la piel endulzada por la lluvia, continentes de lujurias nacen entre las piernas, huyen del verano en su beso que seca ( Es el sol el que nace lacónico en su lengua, sujeta la daga mortal del sacrificio)

Libérame de la oscuridad que envuelve mis ojos, libérame de la espada clavada en éxtasis sobre mi lengua pecadora, libérame de la mano anónima que masturba mis pecados, la luz de la mañana guiará mis pasos por el sendero carnoso de tus labios
(Es el labio que se enmarca en el dolor sobre la piel exprimida en el deseo)

Puedo dibujarte con mi sexo el vacío que recupera tu ausencia, podría rescatar al sol de su lecho montañoso recostado en mis nalgas, un dolor que contrae el músculo que reprime tu paso en mis tierras, girasoles rojos que destellan en mis labios, para besarte por y para siempre (Aquella es la serpiente que se desliza en la cintura del instinto, en el marco carnoso del sexo envuelto)

Aquí, en esta tierra ardiente que nadie conquista, alumbrando la pequeña semilla del placer, se estira dolorosa sobre el magma, estalla en sabores a piel enfebrecida, recupera la esencia primaria del deseo, remolinos rojos estallan en la lengua, remolinos que trituran tu paso por este continente………….

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