estigia 2 introducción

La escena:
(Soles nocturnos azotaban las esquinas mohosas de la habitación, un adagio se retuerce por el aire, sostiene la humedad de los labios, recién satisfechos de amor)

No me mires……………….

(El paladar se siente extraño, con una sensación de amargo calor, carne inflamada, retorcida por la mano desesperada del infartado deseo)

ÉL LO CONFIESA: Nunca entendí, que era lo que realmente me poseía, (la luz blanquecina atraviesa la oscuridad espesa de la noche, reflejos de la ágil ciudad en sus ojos) era maldad, suciedad, nunca entendí…… porque caminaba a esas horas, desnudo por las calles, (austera la pluma nocturna del cuervo reza insolente sobre los muslos desnudos) por que permitir que penetraran sus miembros sucios por mi cuerpo perfumado, nunca entendí…….. que era lo que tanto me invocaba, si las noches otoñales, si el miedo, si el perfume a tierra seca recién humedecida, si las luces de las calles a esas extraviadas horas, nunca supe, si por satisfacer a aquellos anónimos hombres, ejercía en el silencio la prostitución, si al vender mi cuerpo por el hambre insaciable de sus miembros rasgando mi lengua, ofrecía mi carne y amor por nada, (la pluma nocturna yace quieta junto a sus manos en el espacio encendido entre las piernas y el silencio se percude al entrar en sus labios) nunca supe, si yo estaba muerto o vivo, nunca supe si alguien recordaría mi nombre…

(El camino aborda el muro lentamente, el paso es un sigilo que desnuda el hambre)
¿Por qué he de sentir vergüenza de lo que siento, por qué he de sentir vergüenza de mi cuerpo? (y su mano resbala desvergonzada desde su cuello) Si en él concibo las más exquisitas visiones del placer, si en él atrapo la avidez de algunos por la carne infame, yo no siento vergüenza de mi piel, veo en ella un templo, un santuario de dioses oscuros depredando el amor a la carne………( ¿Qué hace esa mano, masajeando suave aquel turbio espacio?)

Al verme al espejo, descubro los matices más bajos y olvidados del hombre, yo no me avergüenzo de ello…………………no me avergüenzo de que en mi espalda se den inviernos ardientes soplados por el frío norte, infame en su carnal amor……..
(Ignoto cuerpo entra por sus muslos y quiebra un pequeño orificio)
Si nadie quiere lo que hay entre las piernas, yo lo haré mío por siempre, si nadie quiere lo que callan las sabanas, yo lo haré parte de mis afiebrados secretos, si nadie quiere el sabor del delito, yo lo haré parte del postre de mis perversiones……..
Lo que nadie quiera yo lo tomare, y haré de ello la más excitante de mis visiones
(Así caen las lluvias en su cuerpo febril, ahuyentando el cruel verano)