a veces bast se duerme sobre mis nalgas
maúlla mi elixir caliente
y rasga dulce mi piel ardida al atardecer,
dice a mi oído que soy la perdición de los dioses
que ellos
se revolcarían en mis labios
que abrasarían mi cintura
y triturarían mis piernas
dice, que la luna
se excita al verme desnudar las estrellas
y que el sol
se masturba
cuando en secreto
la duna empapa mi boca
le digo bast
para, detén tu extraña melodía
él viene a mí
y sólo de él
seré
1 comentario:
Sin duda en alguna antigua noche, en los secos jardines que rodean a Bubastis.... la Diosa-Gato te hablo en suaves ronroneos... y te imploro que la sigieras.... Pero tu camino es otro.... tu camino es el de aquel a quien esperas...esop, saludos.
Jorge
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