rasga mis pechos el trueno, en su orgasmo infinito, profundo, sangriento.....
escribe en mi ombligo su nombre, en su aceite blanco que quema
una hilera de perlas coaguladas en su sexo, caen en mi lengua,
una mano abre las piernas, en el sendero vivo que tiembla
hasta llegar allí, en el cuello,
donde la daga me penetra
1 comentario:
Muy buenos poemas!
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