la lluvia ha sido persistente,
generosamente persistente,
van huyendo
cristales y cristales,
que se desnudan en mi cara
me gusta!
voy dando paso a un trance,
libidinosa forma de mojar,
y me resguardo
adentro,
enrollando mi amor nocturno,
adentro,
hacia el corazón de la tormenta,
se van secando sus pequeños garabatos,
sus pequeñas fórmulas de lujuria,
una y otra
se desplazan bajo
esta forma de desear